martes, 15 de marzo de 2011

MI ABUELA COMPUTARIZADA

Unos días atrás desperté a las 4 de la mañana. En ese instante, empezó mi mente a visualizar parte de mi vida actual, combinada con algunos años anteriores: me dije: debiera escribir algo en el computador y sobre él. Por lo que pueden apreciar tengo computador y a los 81 años estoy tratando de aprender a usarlo.

Hace 4 meses, se le ocurrió a mi hija mayor: que debiera entretenerme en algo que llenara mi existencia, para ello, me envió un computador ¿a mi? que no tenía ni idea de hacerlo funcionar. No le encontré ninguna gracia, que podía hacer yo con él, mi orgullo fue más fuerte y por agradecimiento al sacrificio de mi hija, decidí tratar de aprender. Me inscribí en un curso gratuíto de Alfabetización Digital, uno de los programas de capacitación de BiblioRedes, que funciona en la Biblioteca Arturo Matte. Allí conocía a la Sra. María Angélica bibliotecaría, desde cuando iba a sacar apuntes para mis nietos; fueron varios años hasta tercero medio de uno de ellos, fecha en que sufrí un accidente vascular, luego 2 más.

En esta ciscunstancia uno de mis nietos me daba ánimo, me decía: ¡hable y escriba abuela!, para que podamos estudiar, ello me dio fuerzas para recuperarme, quedé sólo con algunas secuelas: pude razonar hablar, andar y escribir, gracias a Dios, perfectamente.

La vida siguió su ritmo inexorable: en 1997 falleció mi esposo, al año siguiente su mamá, que había vivido con nosotros 48 años, junto con ella criamos nuestros hijos, y en 2005 se fue mi hija Marita.

Ahora me siento querida y protegida por el resto de los míos: mi nuera, mis hijos y mis nietos. ¡Dios jamás abandonada a los creen en EL.

Volveré a escribir sobre mi curso de computación, el profesor Rodrigo Provoste, de dicho curso, es una persona especial, con paciencia a toda prueba, igual a las personas que ya conocía en la biblioteca. Creí que iba a estar meses, porque no daba una, más luego aprendí lo indispensable para mí: como cambiaron los computadores y el mío era antiguo y distinto, decidí quedarme en casa e ir cuando lo necesite. El profesor con mucho tacto y paciencia me enseño cada detalle, igualmente un funcionario de la biblioteca don José. Nunca se alterarón por mi lentitud para aprender. Debí anotar detalle por detalle, repasarlo varias veces hasta grabarlo en mi mente.

La computación me ha hecho revivir, tomo las cosas de otra manera. Gozo recorriendo mi pais del cual conozco poquísimo. He apreciado bellas imágenes de otros países: especialmente de la ciudad de Boston, donde mañana, Dios mediante, irá mi hija Mayor por unos días.

Dos de mis nietos ya se titularon.Puedo resumir con justicia que la Computación también sirve para personas de edad avanzada que tienen ganas de vivir y agradecen, a cada instante a Dios, por permanecer en este mundo y poder disfrutar de las cosas bellas que he visto y oído en los programas del computador, de los Power Point que me han enviado mis amigos,los cuales son de gran contenido moral, bella música y paisajes preciosos. Mi nieto Christian me llama MI ABUELA COMPUTARIZADA.


LA ALEGRÍA DE VIVIR

Vale la pena poder escribir lo que uno siente. Recién estuvieron a visitarnos mi nuera, mi hijo y uno de los nietos, me sentí feliz, ya no estábamos solas, me sentí respaldada, apoyada, en fin, siento la "Alegría de vivir".¿Qué es la alegría de vivir? ¿Como se siente?.Trataré de explicarla, lo mejor posible. Es un fluído agradable que inunda todo nuestro cuerpo. Es una sensación de bienestar que brota por todos nuestros poros, dan deseos de saltar de levantar las manos al cielo alabando al Señor, los ojos se aprietan como si quisiéramos llorar, luego exhalamos un profundo suspiro y nos quedamos como adormiladas unos segundos y en seguida seguimos nuestra vida con entusiasmos, con ligereza, livianas porque hemos quedado sin una pesada carga, la brisa nos hace cariño en la cara, y seguimos nuestra senda con una marcha firme, porque estamos en las manos de Jesús.

Hay también otras formas de alegría, por ejemplo: el servir a los demás, sin esperar recompensa, el alegrarse cuando los demás, están contentos: El estar tristes, cuando los demás están tristes. Ser amigos en las buenas y en las malas. Se tiene alegría al ser correcto, pero hay algo más importante, se tiene alegría de vivir, si se cumple con lo que el señor nos ha mandado "Amaos los unos a los otros como yo los he amado". No hay alegria más grande que ver felices a los demás.

Es tanto lo que me faltó decir: lo de mi hija mayor Mirna y lo de mi primer nieto Christian, quien fue en el principio de mi exilio  la fuerza, que me hizo vivir, era chiquitito pero le tejí a crochet un bello abrigo, lo que no había hecho nunca. Siempre he tenido en mis hijos, nietos y en mi nuera, a quien quise desde la conocí, el apoyo que me permite tener LA ALEGRÍA DE VIVIR.